20 de marzo de 2011

Planeamiento energético


LIMA | La tragedia en el Japón ha anulado la posibilidad de utilizar energía nuclear para las crecientes necesidades mundiales. Por el momento, el mundo no se puede olvidar de los posibles efectos contaminantes de la energía nuclear, tan evidentes después del trágico terremoto en el norte del Japón. 


¿Qué debemos hacer en el Perú? Tenemos la fortuna de tener grandes reservas hidroenergéticas y, gracias al gas de Camisea, una nueva fuente de hidrocarburos que pone nuestra balanza de pagos energética en equilibrio. Camisea no sólo produce gas sino líquidos hidrocarburos (que sirven para hacer gasolina y otros combustibles), que están asociados al gas. Estos líquidos valen mucho más que el gas y han cambiado favorablemente la balanza de pagos del Perú. Naturalmente tenemos que seguir explorando, tanto en la Costa como en la Amazonía, y debemos hacerlo manteniendo los más altos estándares ambientales a nivel mundial, para evitar los problemas de contaminación del pasado.

Ningún país que crece rápidamente como el Perú puede enfrentar su futuro energético sin un adecuado planeamiento. Las prioridades de esta planificación incluyen las siguientes:

1. Traer el gas natural a la mayor proporción posible de habitantes urbanos. Eso incluye Lima, las principales ciudades del sur y varias del norte. Lamentablemente, hoy la gente compra “gas”, que en realidad no es gas natural sino gas licuado de petróleo (GLP), un derivado de la gasolina que es mucho más caro que el gas natural. Hasta ahora la distribución de gas natural a los pobladores peruanos no ha sido una prioridad gubernamental. Esta situación debe cambiar para que los ciudadanos puedan aprovechar esta fuente de energía limpia y poco contaminante.

2. El Perú hoy consume aproximadamente 6,000 megavatios de electricidad. Al ritmo de crecimiento económico que tenemos, esa cifra se duplicará en 8 años y se cuadriplicará en 16 años. Para el año 2027 necesitaremos 24,000 megavatios. Debemos desde ahora ir preparando esas fuentes futuras de energía. La mayoría serán hidráulicas, pero esos proyectos requieren de mucha preparación. Hasta ahora no hay un plan de mediano y largo plazo que cumpla con esas necesidades. Urge convocar a expertos para adelantar la preparación de dicho plan.

3. Debemos preparar también un plan de recursos alternativos renovables, tales como la energía eólica, la energía solar y la geotérmica, que tiene gran potencial en el sur del Perú. Las energías no tradicionales necesitan incentivos especiales para que se puedan desarrollar y que los sectores privados y públicos las aprovechen al máximo. Hasta el día de hoy son energías relativamente caras, pero con el alza inevitable del precio del petróleo se volverán más económicas. Tenemos que darles un aliento especial para que los proyectos se vayan preparando en los años inmediatos, sin esperar otra crisis energética mundial.

La planificación bien concebida es una parte esencial del buen gobierno para no enfrentarse a los problemas que países tan cercanos pero tan diversos como Chile, Argentina y Venezuela están enfrentando hoy. Tenemos que estar preparados y presentarle a la población un plan con su debida financiación y que proponga alternativas realistas.

La tragedia de Japón y los sucesos en Libia son una llamada de atención: debemos estar preparados con la debida anticipación para no estar desprevenidos en el caso de futuros problemas. El Perú tiene un tremendo potencial energético diversificado: preparémonos para aprovecharlo.

PPK
20 de Marzo del 2011

  

No hay comentarios.: