18 de octubre de 2013

Diversificación: una oportunidad de negocio clave para el sector de la inyección

No es una nueva noticia la influencia que el entorno económico actual está teniendo en el tejido industrial y en este caso, el sector de inyección de plásticos no ha permanecido ajeno a esta tendencia general. Por ello se ve como algo necesario reforzar la competitividad de las empresas del sector de inyección que debe pasar necesariamente por sostener su evolución a corto y medio plazo en dos fundamentos básicos, la información y la formación.
Serafín García Navarro,responsable de Diseño e Inyección de Aimplas

La información como herramienta de diferenciación
En la mayor parte de las empresas de inyección nos encontramos con un perfil de producción orientado a un limitado número de sectores de producto, con clientes claramente identificables e incluso con un número de productos (piezas y/o componentes) muy específicos. Esta circunstancia, que puede permitir una supervivencia cómoda de la empresa de inyección en un entorno económico y una dinámica favorable, acaba deviniendo en un corsé que limita su capacidad de respuesta ante un escenario más complicado y complejo como el que se vive actualmente en el sector.

Se convierte por ello en estratégico y definitorio de la futura supervivencia de la empresa, salir de esa zona de confort en la que han desarrollado su expertise y labor productiva en el último período y acometer la incursión en otros sectores y líneas de producto que, aún en estos tiempos, están mostrando una mayor resistencia frente a la crisis.

La diversificación de producto y sector
Como se ha indicado, existen sectores de producto que están soportando mejor el entorno económico adverso. Estos sectores aún presentan garantías de rentabilidad basándose en distintas razones:

  • Se trata de tipologías de producto en los que, por especialización, existen pocas empresas en competencia actualmente.
  • Por ser mercados finales que, por volumen e importancia, son sistémicos, es decir, forman parte de un tejido productivo básico que está muy ligado al funcionamiento de nuestra economía industrial.
  • Por el grado de adaptación que necesitan; equipamiento, formación, normativa, etc, muy pocas empresas se han atrevido a dar el paso.
En todos estos apartados encontramos líneas de negocio claramente identificables como por ejemplo, el sector eléctrico –electrónico, médico-sanitario, envase alimentario o automoción–. En estos sectores de producto final existen posibilidades reales para diversificación del sistema productivo de las empresas de inyección nacionales. Pero dar ese salto o realizar esa apuesta decidida debe venir apoyada por una correcta información de “dónde nos metemos”.
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Sectores especializados (eléctrico-electrónico y médico-sanitario)
De cara a abordar la incursión en estos sectores concretos es básico conocer aspectos como:
- Para aplicaciones en el área de producto médico-sanitario, saber que restricciones o limitaciones que supone adaptar nuestra producción a esta tipología de productos, en el ámbito de equipamiento necesario, instalaciones, cumplimiento de normativa y legislación específica, formación del personal, etc. Conocer claramente quienes y como son los actores principales de este sector (nuestros potenciales clientes), la dinámica de producción habitual, sus cifras generales nos permitirá saber el grado de implicación que podemos acometer.

De datos extraídos de informe sectorial realizado por FENIN (Federación española de empresas de Tecnología sanitaria) resaltar que España forma parte, junto a Alemania, Reino Unido, Francia e Italia, de los cinco países que representan el 75% del mercado europeo en este sector. Gracias a la fuerte inversión en I+D que el sector ha realizado –entorno al 3% del total de ventas (225 millones de euros)– un grupo importante de pymes ha alcanzado en los últimos años un alto nivel tecnológico y de calidad en sus productos. Esto les ha permitido posicionarse en los mercados internacionales, incluso frente a empresas multinacionales que dominan estos mercados, en subsectores como electromedicina e instrumental quirúrgico.

Geográficamente, la producción se concentra en las Comunidades Autónomas de Cataluña (42%), Madrid (30%), Comunidad Valenciana (11%), País Vasco (4%) y Andalucía (4%). España es el noveno país en el ranking mundial de consumo de productos sanitarios. Los sectores de diagnóstico, ortopedia y productos de un solo uso copan la mayor parte del mercado español con un 70% de cuota. Los productos de electromedicina, mobiliario médico y dentales completan la oferta del mercado en España.

- En el marco de productos y componentes de sector eléctrico-electrónico, saber identificar aquellos productos que sí tienen viabilidad para su producción en el marco nacional y/o europeo, sin temor a la competencia de terceros países. Es decir, conocer qué “valor añadido” podemos darle a ese producto que no tenga una elevada repercusión en su precio venta. Apoyarse en aspectos como el diseño de los productos o los materiales empleados con funcionalidades añadidas nos dan un margen para obtener una mejora competitiva. En este sector, si atendemos al reciente estudio presentado por el Ministerio de Industria, Energía y Turismo, las exportaciones han mostrado un mejor comportamiento que las importaciones desde 2010; como resultado, el sector presenta superávit comercial creciente en 2011 y 2012.

En 2011, las exportaciones españolas de maquinaria y material eléctrico aumentaron más que las exportaciones mundiales del sector, al contrario de lo que ocurrió en 2010. Como resultado, la cuota de España en las exportaciones mundiales de maquinaria y material eléctrico ha recuperado parcialmente el retroceso de 2010, para situarse en el 1,8% en 2011. La Unión Europea es el principal socio comercial español para el sector de Maquinaria y material eléctrico, con porcentajes del 65,9% en las exportaciones y del 67,5% en las importaciones.Sectores económicos de gran volumen (automoción y envase)

- En el sector del automóvil todos hemos podido leer en las últimas semanas las previsiones optimistas de la patronal del sector en las que se prevé una seguridad en el volumen de producción a medio plazo basado en las consecuciones de nuevos modelos de vehículos de las principales factorías nacionales. Esta circunstancia tiene un indiscutible efecto de arrastre respecto a su cadena de proveedores entre las que figuran de forma representativa las empresas de inyección. Para la incursión en este sector y con unos clientes tan exigentes es fundamental una especialización y formación adicional para adaptarse a la dinámica de producción de nuestro futuro cliente.

En la mayor parte de las ocasiones, debemos tener claro que se asignarán líneas de producción de forma específica para este producto nuevo para nosotros. En cierto modo sacrificaremos nuestra flexibilidad en la planificación de la producción (al reducir la posibilidad de emplear toda nuestra capacidad productiva en todo momento) por la garantía de una producción y un volumen continuado. Al introducirnos en este sector cambiamos la filosofía dado que empezamos a contar con máquinas de inyección asociadas a un proyecto de pieza y/o componente con una duración conocida y limitada en el tiempo.

Según datos extraídos de Anfac y Sernauto, el Sector de automoción en España representa el 10% del PIB y el 17,7% del total de las exportaciones españolas. La industria genera 300.000 empleos directos y 2 millones de puestos de trabajo ligados al sector. En 2011 se fabricaron 2,37 millones de vehículos en España. Nueve de cada 10 vehículos fabricados en España se exportaron a 130 países. Esto supone un 2% de incremento de la exportación con respecto al ejercicio anterior.

La potente industria española de componentes es otro de los factores clave de competitividad del sector. 1.000 empresas fabricantes de Equipos y Componentes de Automoción pertenecientes a 720 grupos empresariales están instaladas en el país, garantizando el servicio y suministro de las plantas de fabricación. El sector de componentes factura más de 27.000 millones de euros, de los que el 60% corresponden a exportaciones.

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Si nos trasladamos a las características del sector de envase alimentario, la situación podríamos considerarla como similar. Hablamos en este caso también de producciones másicas, de millones de unidades por año en función del producto y que también exigen una especialización y una relación muy fluida y constante con nuestro cliente. Debemos tener en cuenta las exigencias que nuestro cliente debe cumplir en aspectos de normativa, legislación, ensayos, etc. Todos estos condicionantes para que su producto salga con garantías al mercado acaba trasladándolos, de forma lógica y natural a sus proveedores de envase. 

Por ello, las empresas de inyección deben asumir estas exigencias e incorporarlas a través de acciones como formación específica de su personal técnico, metodologías de trabajo y control de producto, adecuación de equipamientos e instalaciones, cumplimiento de legislación preceptiva, etc. Sólo de esta forma podemos posicionarnos como proveedores de confianza para este sector de negocio.

El sector del envase y embalaje nacional, según datos facilitados por el Icex, presenta un saldo positivo creciente del balance entre importaciones y exportaciones en estos últimos años. Como material empleado, el plástico supone un porcentaje del 32% sobre el total del sector. En volumen de negocio, el sector del envase y embalaje produjo por valor de 3.000 millones de euros en 2011 Si descendemos al subsector del envase y embalaje plástico, la balanza comercial nacional se ha mantenido estable en los últimos años (período 2010-2012).

La diversificación no es únicamente un cambio de sector de producto
Comentábamos al principio del artículo que para asegurar la pervivencia de nuestra empresa de inyección es básico explorar otros sectores, saliendo de nuestra zona de confort. Pero esta no es únicamente la vía de diferenciación posible. Conocer en detalle las nuevas tecnologías existentes y aquellas que no son tan nuevas pero que están aún poco extendidas a nivel nacional nos permitirá diferenciarnos de nuestra competencia. Nuevos acabados y configuraciones de pieza inyectada son posibles con tecnologías alternativas y nos ayudarán a penetrar en sectores en los que interesa posicionarnos.

El otro argumento factible es el conocimiento y uso de nuevos materiales y compuestos que proporcionen aspectos y funcionalidades añadidas a nuestras piezas. La sustitución de otros materiales tradicionales en aplicaciones concretas permite introducirnos en sectores de producto hasta el momento vetados para los termoplásticos convencionales.

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Formación, formación y formación
Esta afirmación es un auténtico mantra que se convierte en fundamental si pretendemos abordar nuevos retos en la estrategia de diversificación. Hablamos de formación para garantizar:
  • Un conocimiento de sistemáticas de control del proceso productivo.
  • Interiorizar la dinámica de pruebas y ensayos necesarios por solicitud de nuestro cliente o exigencia de marco legislativo/normativo.
  • Alcanzar la concienciación del personal técnico y productivo de estas nuevas exigencias sobrevenidas.
  • Abrir la mente a las posibilidades de las tecnologías de inyección no convencionales y al uso y características de nuevos compuestos termoplásticos.
  • Ser herramienta de ayuda a los profesionales para adquirir los conocimientos y habilidades necesarias que les permitan mejorar en el desempeño de sus funciones que en cada momento necesita la empresa.
En definitiva, sentar las bases de una metodología y sistemática de trabajo de toda nuestra cadena de producción que permita convertir a nuestros técnicos en verdaderos especialistas multifuncionales de forma que puedan:
  • Dominar los conceptos básicos del proceso de inyección.
  • Conocer las características de los procesos de inyección alternativos para identificar su idoneidad para los nuevos productos.
  • Conocer las peculiaridades de los materiales plásticos con los que trabajan de forma habitual y las posibilidades de los recientes desarrollos en los compuestos termoplásticos.
  • Identificar los fallos, la no calidad en las piezas inyectadas, que permita ser la primera criba cualificada en nuestro sistema de control interno.
Sólo de esta manera podremos dar ese salto cualitativo sin tener “al enemigo en casa” que en demasiadas ocasiones es una de las principales causas de que estas iniciativas se aborten sin haber exprimido por completo su potencialidad real. A estos efectos, se deben incorporar conceptos nuevos a la dinámica de trabajo de la empresa y de sus trabajadores como son ecodiseño, nuevos materiales con funcionalidades añadidas, ahorro de costes, eficiencia energética, etc.

En la obligación no escrita de Gerencia, responsables de Negocio o Departamento de I+D y Producto está la responsabilidad de aportar nuevas ideas, posibilidades y retos en las empresas de inyección para definir estrategias sólidas a medio y largo plazo. Para ellos está la tarea de informarse, dejando para los técnicos y operarios la obligación de acompañar mediante la formación en este reto competitivo al que se están viendo empujadas las empresas de inyección.

Interempresas - Plastico
27 Setiembre 2013

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