25 de abril de 2011

Embalaje de dulces – despertar emociones de forma ecológica


La variedad de productos de confitería y panadería es enorme. El consumidor solo compra los productos que resulten llamativos a la vista y que sugieran un gran disfrute. Esto exige a los productores de embalaje, no solo la máxima creatividad de diseño, sino también un extenso conocimiento técnico en el proceso de producción.

Estas Pascuas, los fabricantes de productos de confitería y panadería de varios países se presentarán con fuerza: en todos los mostradores brillan los huevos de pascua de chocolate, se realizan exposiciones chocolatinas con motivos festivos en los escaparates o se muestran hermosos conejos de Pascua de chocolate. Los productos dulces empaquetados artísticamente proporcionan entretenimiento y espíritu festivo a los consumidores. Para ello se debe pagar más normalmente, ya que el costoso embalaje permite al vendedor aplicar otros precios.

Nada más comenzar el despliegue de los conejos de Pascua comienzan las objeciones de las asociaciones protectoras del consumidor: Recomiendan que sean los propios compradores quienes embalen de forma individual y creativa. Sin embargo su consejo no suele tener repercusión, ya que en los días festivos las personas desarrollan una especie de fiebre del chocolate y los bombones: Quieren darse una alegría a sí mismos y a los demás con una golosina de chocolate, en este caso el coste del producto es secundario.

Lo que especialmente se aplica en navidades y semana santa se puede observar también moderadamente los demás días del año. “Como productos de diversión, los dulces ocupan un lugar especial: Los consumidores esperan de los dulces alegría y disfrute, no que sean baratos”, comenta el investigador de tendencias berlinés Jürgen Heup. El consumidor no actúa al azar. Al contrario: La oferta de dulces es enorme. Por ello se pueden permitir ser selectivos.

La reina entre los embalajes
Por ello, el embalaje de productos de confitería y panadería debe cumplir con una función compleja. No solo debe proteger el contenido sensible del producto, también debe suplir en el punto de venta el papel de un vendedor atractivo, que seduzca al comprador potencial y que sugiera información breve y concreta que haga que el contenido sea apetecible. Aumenta la importancia del embalaje de productos de confitería y panadería como factor comunicador y reclamo. “El cliente actual es muy flexible y variable, aumentan sus exigencias y valoran cada vez más valores como la sencillez, desaceleración, salud, conveniencia y sostenibilidad”, explica el experto en comercio Hendrik Schröder de la Universität Duisburg-Essen.

El vendedor ya no puede atraer con golosinas por un tubo. Se necesita un producto que responda en todos los sentidos. También sucede que las empresas crean productos de temporada como por ejemplo con ligeros rellenos de fruta en verano y productos con contenido de licor en invierno. Si queremos profundizar más, se ofrecen productos especiales para los diversos gustos y las nuevas tendencias. Sin embargo, éste es un gran reto ya que los vendedores deben imprimir el sello de su marca en cada producto de la gama, cada componente debe ser un pilar en la visión general de la marca que se presenta como parte integrante del concepto global.

El fabricante alemán de chocolate Ritter por ejemplo ha escenificado de forma perfecta la presencia de su marca. Su inequívoco símbolo de marca es el práctico sistema de apertura de doblar que la empresa incluye en todos sus productos. Además dispone de una enorme variedad de tamaños y tipos que Ritter ha desarrollado en base a una chocolatina cuadrada para casi cualquier grupo de consumidor: chocolate relleno y Minis para niños, clásicos con receta perfeccionada como el chocolate con leche o con nueces para la gente de mediana edad y chocolate sin azúcar para la generación de más de 50. Ritter también tiene oferta para el grupo denominado Lohas (Lifestyle of Health and Sustainability), consumidores centrados en el estilo de vida saludable y sostenible. Para este grupo Ritter dispone de cacao de comercio justo y bio chocolate. Como novedad, ahora Ritter permite a sus clientes elegir su propia variedad, incluido el diseño del embalaje cuadrado en el marco de su proyecto de internet "Blog-Schokolade". Quien quiera competir con una marca tan fuerte, debe escenificar su producto de forma óptima. Aquí se encuentra precisamente la importancia del embalaje de venta, ya que ofrece una ayuda decisiva en el punto de venta.

Las máquinas son más flexibles
Con el gran aumento de variedad de productos también aumentan las exigencias sobre las instalaciones de producción y embalaje de productos de confitería. “Las máquinas deben ser más flexibles y deben poder modificarse más rápidamente debido al frecuente cambio de productos y los ciclos de oferta más breves”, indica Beatrix Fraese de la La Asociación técnica de maquinaria para alimentación y envasado dentro de la Asociación alemana de construcción de máquinas e instalaciones (VDMA). En la feria interpack del 12 al 18 de mayo de 2011, será un tema central el embalaje rápido y flexible en la exposición internacional más importante del sector del embalaje y la industria de procesamiento correspondiente.

La empresa alemana Gerhard Schubert presentará en la feria interpack un equipo de embalaje que cambia de herramienta de forma completamente automática y que produce por lo tanto diversos productos. “Desde conejos de Pascua de chocolate a envases para yogures, el cambio solo dura unos 4,5 minutos”, indica la representante de la empresa Bärbel Beyhl. La innovación representa un gran paso para el desarrollo. “Nos acercamos al ideal de la producción digital, que como parte de un sistema superior debe reaccionar inmediata y flexiblemente a las modificaciones en las exigencias, sin fallos y en unidades reducidas, y con mayor productividad”. La empresa alemana Sollich es especialista en equipos de producción de chocolate y chocolatinas y presentará, según su director de ventas, entre 15 y 20 novedades. Los proveedores de los países industrializados exigen equipos cada vez más pequeños, que trabajen con mayor precisión, consuman menos energía y que se puedan limpiar y modificar rápidamente. “Por ello debemos actualizar constantemente nuestro catálogo de productos”, comenta Thenhaus.

Los nuevos mercados para productos de confitería de África y Asia presentan nuevas exigencias para las empresas. Los proveedores de productos y los diseñadores de embalajes deben tener en cuenta un nuevo patrón de consumo. Mientras que los países industrializaos demandan elegancia y glamour, en los países como la India o Rusia deben transmitir mensajes claros para establecer marcas y la confianza. “Muchos países están descubriendo ahora el mundo de los dulces”, indica Heup. En comparación: En Alemania, el consumo por persona de chocolate o de derivados es según el sondeo de entorno a diez kilos al año, sin embargo, un chino ni siquiera consume un kilogramo en el mismo periodo. Por lo tanto, los expertos vislumbran un aumento vertiginoso en el consumo de chocolate en países como la India o China. Es tan importante como la presentación que los productos estén embalados de forma estable y hermetizada para los nuevos mercados. Las condiciones climáticas difíciles dificultan la distribución de productos tan sensibles como el chocolate. También los fabricantes de maquinaría deberán mostrarse flexibles si desean entrar en los nuevos mercados. “A diferencia que en los países industrializados, en los nuevos mercados se requieren máquinas grandes para la continua producción en masa de un artículo”, comenta Thenhaus, el director de ventas de Sollich.

Con el medio ambiente a la vista
Sin embargo, además del diseño y la protección, la industria no debe perder de vista el medio ambiente y los costes de producción y embalaje. Los críticos reclaman que los estampados y barnices especiales así como los cartonajes lujosos que proporcionan al embalaje su dimensión estética y háptica no son ecológicos y que aumentan los costes de producción. La industria replica con extensas estrategias de sostenibilidad: “Para nosotros es primordial evitar los desechos, ahorrar recursos naturales como el agua, recurrir a procesos de producción no contaminantes y de ahorro de energía”, indica Philippe Oertlé, portavoz del grupo suizo de alimentación Nestlé.

Los fabricantes de embalaje ayudan a la industria a comercializar los productos de confitería y panadería de forma efectiva y respetando al mismo tiempo el medio ambiente. Las palabras mágicas para las empresas son “Material-Down-Sizing”, reducción de material: Se utilizan preferentemente materiales de embalaje certificados que se puedan reciclar fácilmente, y se ahorra materias primas tras menor espesor de material. “La minimización de material es un aspecto importante para nosotros”, destaca Ralf Weidenhammer, jefe de la empresa alemana de embalaje Weidenhammer. Su empresa produce entre otros envases combinados de cartón para dulces y salados que se pueden reciclar fácilmente. A pesar de la “sencillez”, la empresa Weidenhammer se ha hecho muy popular con sus embalajes tubulares de cartón para marcas como "Pringles" ya que gracias a sus colores llamativos son una absoluta atracción y ofrecen frescura y diversión: con el característico sonido pop al abrir.

Los fabricantes de máquinas trabajan en máquinas cada vez más eficientes. La empresa danesa Aasted ha desarrollado un equipo de templado para chocolate que según sus datos consume entre un 50 y 80 % menos de energía que los equipos anteriores. Para que se funda suavemente, cada chocolate debe templarse varias veces. En el concepto anterior de templado de transición, se calentaba toda la masa al mismo tiempo, hasta derretir toda la cristalización. Luego se refrigera la masa y se calienta nuevamente de forma controlada para alcanzar determinada estructura de cristalización. En Aasteds, la nueva generación de máquinas “SupaNova” permite templar solo una parte de la masa de chocolate calentada mediante un sistema de templado en bypass, que luego mezcla el chocolate nuevamente con el resto no tratado. De esta forma se ahorra energía térmica y costes. “Sin embargo, la calidad de la masa mantiene el máximo nivel”, asegura Mads Hedstrøm, director comercial de Aasted.

La formación, corte y empaquetado de los dulces es finalmente un trabajo de los fabricantes de máquinas de embalaje, como la empresa alemana Theegarten-Pactec. “Para nosotros es importante para utilizar menos material en nuestros equipos y producir más unidades de producto por cada unidad de tiempo, nos imponemos a nosotros mismos esta exigencia”, indica el portavoz Steffen Hamelmann. Las innovaciones de las empresas nos demuestran: el diseño y la sostenibilidad no son contradictorios. En la feria interpack, que se celebrará del 12-18 de mayo en Düsseldorf, los especialistas en embalajes y los fabricantes de productos pueden hacerse una idea de todo ello en directo.

Foto 1:
Objeto de muestra: El conejo de pascua dorado de Lindt es muy popular. No se debe solo al delicioso chocolate, también al tentador envoltorio. (foto: Lindt)

Foto 2:
El cartón funciona: En las columnas de patatas de Pringles triunfa el embalaje sin demasiadas florituras. Es entretenido, práctico y su sistema pop de cierre frescura, ofrece una utilidad adicional. (foto: Weidenhammer)

Foto 3:
Tempomat: La industria reclama mayores rendimientos. Las máquinas modernas de confitería producen y embalan bombones de forma rápida y eficiente. (foto: Messe Düsseldorf)

Foto 4:
Artistas de la transformación. Las nuevas máquinas de bombones son flexibles: Hoy producen bombones blanco y negro, mañana producirá piruletas. (foto: Messe Düsseldorf)

Foto 5:
Flexible y rápido: La empresa alemana Schubert presentará en la feria interpack una nueva máquina que cambia automáticamente de herramienta. (foto: Schubert)

Departamento de prensa interpack 2011
Sebastian Pflügge
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