El aumento en el terrorismo internacional exige medidas para aumentar la seguridad del transporte aéreo, en particular la protección contra el riesgo de explosiones-en el aire debido a los explosivos en el equipaje del avión -se mantiene. Estos artefactos explosivos, a menudo muy pequeños, son muy difíciles de detectar en los controles de equipaje.
Un equipo de ingenieros de cinco países europeos, acaba de encontrar una respuesta. En el marco del programa europeo de investigación FLY-BAG, han desarrollado un contenedor flexible de equipaje , ligero y diseñado para contener explosiones.
El revestimiento está formado por capas superpuestas de textiles técnicos y materiales compuestos.
En el centro, una estructura compuesta proporciona al material su fuerza, y alrededor de él una construcción flexible puede estirarse sin romperse en el caso de una explosión de tamaño mediano.
Por lo tanto, evita que los efectos de la explosión puedan afectar a la cabina de pasajeros. Las fibras que componen cada capa de tela están orientadas de manera diferente con el fin de asegurar la dispersión de las fuerzas del impacto en todas las direcciones.
Los ingenieros han sometido a su contenedor a explosiones reales para medir su resistencia. Resultados: la estructura proporciona una protección para una explosión de mediana intensidad, como el ataque de 1988, que causó la destrucción de un Boeing 747 y la muerte de 250 personas.
El proyecto FLY-BAG está todavía en desarrollo pero ya ha ganado muchos premios en materia de innovación, investigación y seguridad.
Plastics-The Mag
27 Junio 2011
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