27 de noviembre de 2012

Etiquetas inteligentes

Lentamente pero con la seguridad que otorgan la investigación y puesta a punto de equipos y materiales se aproxima un cambio tecnológico que impactará sobre la venta y distribución de alimentos con la contundencia de un aerolito.

Por sus características asegurará un mejor calidad en los alimentos que se adquieren, pero además va a modificar profundamente no sólo la logística y el control de los stocks sino los hábitos de la demanda y la forma como el público elige y compra los productos.

"Etiquetas inteligentes"
Con este nombre se denomina a los rótulos que controlan e interpretan las condiciones adecuadas del producto al que han sido incorporadas, y emiten señales perfectamente reconocibles para el comprador. Por ejemplo: Cambiando de color si el lácteo donde se ha sido visto interrumpida la cadena de frío, o si captan indicios que revelan deterioro en la actividad bioquímica del contenido del envase o, en fin, si el plazo pertinente para consumirlo ha caducado. Son las etiquetas inteligentes "Sensoriales", esto es, dotadas de "Medidores" que evalúan directamente la frescura, La toxicidad o cualquier otro indicador que delata alteraciones en el alimento.

Las etiquetas que se están creando pueden adherirse a cualquier envase, o ser montadas sobre el filma de polietileno que envuelve atados de verduras o las bandejas con carne, Fiambres o planificados.

El consumidor no necesita abrir ningún envoltorio para evaluar el estado del producto mientras que comercialmente, distribuidores y fabricantes tienen a mano información minuciosa sobre la frescura de lo que están ofertando y las necesidades de reposición.

Desde que en el año 2005 el coloso norteamericano Wal- Mart la cadena de supermercados más grande del mundo, anunció públicamente que incorporaría etiquetas inteligentes a todos sus productos a fin de reducir costos y agilizar el sistema de inventarios.

La aplicación del RFID a la comercialización de alimentos dejo el plano de la especulación para convertirse en una realidad que se aproxima cada vez a mayor velocidad, en particular porque puede ir asociada a una etiqueta inteligente.

El mayor freno es la cuestión de los costos, porque además de instalar el equipamiento necesario en los locales, el precio de las etiquetas puede hacer vacilara a los elaboradores. Sin embargo, como suele suceder con las tecnologías en fase de desarrollo, la generación De su uso y su fabricación masiva irán haciendo disminuir el gasto.

Secretaría de Agricultura, ganadería y pesca
CONTROL CALIDAD
Food Latam

21 de Noviembre de 2012

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