30 de diciembre de 2010
El proyecto Mipfood, liderado por la empresa Mahou-San Miguel y coordinado a nivel técnico por Gaiker-IK4, estudia cómo elaborar ‘envases activos’ y ‘etiquetas inteligentes’ que aumenten y garanticen la vida útil y la calidad de los productos envasados. Entre los materiales que se prevé utilizar están los polímeros de impronta molecular (MIP), que actúan como atrapadores de los agentes que causan el deterioro de los alimentos y bebidas.
Estos MIP serán incorporados a los envases y etiquetas convirtiéndolos en activos e inteligentes respectivamente. El proyecto tiene un presupuesto de 5,4 millones de euros y está financiado por elMinisterio de Ciencia e Innovación a través de subvenciones y créditos. La investigación comenzó el pasado mes de junio y está previsto que termine en 2014.
El objetivo es desarrollar sistemas de control de la calidad de los alimentos y bebidas en tiempo real antes de su envasado, evaluando parámetros ‘bióticos’ (bacterias y hongos que se desarrollarán a lo largo de la vida útil del alimento, antibióticos, hormonas), ‘abióticos’ (metales pesados, pesticidas) y ‘moléculas indicadoras de frescura’ (histamina).
También se quiere fabricar etiquetas inteligentes basadas en MIP que se incorporan a la etiqueta. Cuando el MIP detecta y/o atrapa el agente nocivo emite una señal fluorescente, que permite retirar el producto. Otro de los objetivos es desarrollar envases activos fabricados a base de polímeros a los que se incorporarán MIP que permiten detectar y/o atrapar los agentes nocivos y además ponen en marcha un mecanismo de actuación que libera sustancias activas (como por ejemplo un antioxidante natural que protegerá el alimento contra el deterioro)
Además de Mahou-San Miguel y Gaiker-IK4, en el proyecto participan entidades y empresas como la Universidad de Santiago de Compostela, Feiraco, Amcor, Pescaldía, Inkoa, Irta, Nutreco y la Universidad Complutense de Madrid.
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