Los cambios en los hábitos de los consumidores evidencian cierta tendencia a elegir formatos de productos más pequeños. Al mismo tiempo, desde la mirada de las marcas, se trata de una estrategia que les permite aumentar ventas abarcando a los consumidores que cuentan con menores posibilidades económicas.
Las promociones se han vuelto un bien preciado propio de un consumo inteligente y en donde los envases más pequeños resultan una solución a medida para el cliente.
Los consumidores sienten que con los envases pequeños pagan un menor precio. Desde Tomadato, Emiliano Schwartz señaló que uno de los principales sectores que apostaron por una reducción en sus envases en las góndolas es el vinculado con los comestibles. En este sentido, el experto brindó como ejemplos: las galletitas; los lácteos; los aderezos; las salsas; los snacks; las mermeladas; y los aceites.
Scwhartz puntualizó que, dentro de esta gama de productos, el fenómeno se da con más fuerza en algunos que en otros: “Ciertas marcas de galletitas están achicando sus envases y muchos de los snacks bajaron la cantidad de gramos que ofrecen para poder mantener el precio en las góndolas”.
Los cambios del consumidor
Los supermercados comienzan a aplicar la estrategia de envases mini debido a la conocida situación de ajuste por la que deberán atravesar los consumidores este año, ante las subidas que se producen como consecuencia de la quita de subsidios.
Según Schwartz, lo que ocurre es que "las marcas se amalgaman constantemente y se adaptan a las necesidades del mercado porque tienen que acompañar al consumidor".
En consecuencia, para conocer el por qué del lanzamiento de estos envases de tamaño reducido hay comprender qué características revisten los compradores en la actualidad.
Sobre este punto, destacó que se trata de "un cliente que busca optimizar su bolsillo de modo que no se vean afectados sus consumos". Los argentinos ya no realizan la "compra del mes", sino que, generalmente, van al supermercado para adquirir lo necesario cuando realmente lo precisan.
El down-sizing: bajar la cantidad, para mantener el precio
Según los expertos las marcas están recurriendo a los envases más chicos con el objetivo de seducir a los consumidores de bolsillos ajustados, en lo posible, sin que perciban que pagan lo mismo por algo más pequeño; es decir, pagan más caro.
Schwartz indicó que esta estrategia, conocida como down-sizing, "forma parte de los artilugios de las marcas que buscan, de alguna forma, mantener el nivel de precios, sin que el consumidor note el cambio en el packaging".
El experto advirtió, en este sentido, que se efectúa "una transformación en el paquete, sin afectar la percepción del comprador en el momento en que lo lleva".
Club Darwin.Net
23 Marzo 2012
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