Muchos envases pueden ser inyectados o termoformados. Desde los comienzos de la industria, los dos métodos han sido largamente practicados por empresas completamente separadas. Los fabricantes de inyectoras han defendido su equipo con estudios detallados, los cuales siempre trataron de probar la mejor economía de su proceso. Los extrusores/termoformadores nunca han encontrado motivos para considerar necesaria una defensa.
Con los precios de los polímeros creciendo rápidamente, las cosas han cambiado recientemente. Muchos de los grandes inyectores han entrado en termoformado adquiriendo una o mas compañías en ese negocio a fin de mantenerse como un proveedor competitivo de envases, particularmente para el mercado lácteo.
La razón es simple: fuerza de orientación, la cual es solo alcanzable por termoformado porque se hace debajo del puntos de fusión del polímero, particularmente con el PP. Esto produce envases en forma de copa/vaso tales como los que se usan para productos lácteos con paredes mucho mas delgadas pero que tienen la misma resistencia a la compresión que sus equivalentes inyectados.
Adicionalmente, las inyectoras solían tener capacidades mucho mas grandes que lo que pueden tener las termoformadoras, y estas requerían un proceso de doble etapa: extrusión de lamina seguida de formado. Ahora la mayoría de termoformadores trabajan directamente en línea con los extrusores de lamina, y están disponibles en capacidades de 3,000 kg/hora o mas. Esto excede largamente cualquier maquina disponible en el rango equivalente de inyección e inclina la economía de envases de pared delgada de alto volumen aun mas en esa dirección.
Sin embargo, el proceso de extrusión/termoformado de láminas requiere atención mas diestra que el moldeo por inyección, el cual puede ser prendido y apagado rápidamente con poca atención además de la fijación correcta de la temperatura y duración de los ciclos. Las líneas de extrusión de laminas toman varias horas para precalentar y requieren tiempo adicional para asentarse después de arrancar, mas algunos cuidadosos ajustes de cabezal y arrastre con los cuales los inyectores tienen que aprender a convivir. Aun cuando la transición ha sido algo dolorosa, los resultados finales han sido positivos y se han traducido en un gran conversión de mercado en esa dirección.
Frank Nissel - Plastics Today
29 Abril 2010
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