15 de septiembre de 2011

Las micro cervecerias necesitan botellas en Mexico



Cuando Luis Morales bebe en casa, el normalmente escoge algunos de las cervezas más conocidas de México, en la tienda de la esquina. Pero hoy en la noche, despues que el sol se pone sobre la Ciudad de México, está con sus amigos bebiendo Tempus Dorada.
"Es suave, es de gran calidad y puedo degustar todos los sabores", dice el empresario de 29 años de edad. "Es diferente".

Durante décadas, los mexicanos se han acostumbrado a beber cerveza hecha ya sea por Grupo Modelo , propietaria de Corona o de Cervecería Cuauhtémoc Moctezuma, que incluyen cervezas Sol y Dos Equis, y que fue adquirida por Heineken en 2010.

Pero en los últimos años, una docena o más micro destilerías de cerveza han comenzado a hacer lo que era hasta hace poco consideradas imposible - competir con los dos grandes. Y ellos han cultivado un mercado pequeño pero creciente.

La combinación de la recuperación de una recesión fuerte en 2009 y la baja inflación ha aumentado el poder adquisitivo de muchas personas. Empresas como Cerveza Minerva en Guadalajara, y Primus de la Ciudad de México, la que hace Tempus, han comenzado a hacer cervezas artesanales a pequeña escala pero de gran calidad, que se le han hecho cosquillas el paladar de los mexicanos quienes están dispuestos a pagar por un producto premium.


"Finalmente estamos empezando a ver el comienzo de una cultura de la cerveza aquí", dice Darío Rodríguez Wyler, fundador y propietario de Bodega 12, la cual produce dos cervezas. "Nosotros utilizamos ingredientes de primera calidad, y la gente puede notarlo".

Hasta ahora, estas fábricas han ganado solo un poco más de un 3 por ciento del mercado de cerveza de México, con prácticamente todo el resto dividido entre Modelo y Cervecería Cuauhtémoc Moctezuma.
So far, such breweries have won over only about 3 per cent of Mexico’s beer market, with practically all the remainder split between Modelo and Cervecería Cuauhtemoc Moctezuma.
Además, ganar más cuota de mercado es duro: los dos principales productores de cerveza compiten ferozmente esforzandose por ofrecer adelantos en efectivo, junto con muebles, neveras e incluso toldos para nuevos restaurantes, bares y tiendas de la esquina, a cambio de contratos de exclusividad.

El resultado, dice Eduardo Godínez, co-director de El Depósito, una tienda de cerveza y bar independiente en la ciudad de México, que ofrece hasta 200 cervezas especializadas nacionales e importadas, es que las microcervecerías son empujadas a los costados. "Se trata de un duopolio", dice.

En ese contexto, por lo menos dos factores han venido a la ayuda de las nuevas fábricas de cerveza. El primero es el tamaño del mercado mexicano. Con una población de 112 millones, la segunda mayor economía de América Latina es uno de los mayores consumidores del mundo de cerveza. Eso significa que todavía hay espacio para productos especializados, incluso cuando dos gigantes dominan el mercado de la cerveza.

El segundo factor es su propia creatividad - tanto en los productos que han creado y en la forma en que los han comercializado.

Las micro cervecerías de México han recurrido a medidas extraordinarias para distinguir sus cervezas de la Corona y la Modelo Negra. En el estado de Jalisco, la Cervecería Revolución ha tomado la ruta histórica creando una cerveza llamada Zapata, el nombre de Emiliano Zapata, uno de los héroes revolucionarios de México. Del mismo modo, Minerva ha nombrado a una cerveza Malverde, por el héroe del folclore Jesús Malverde, una especie de santo no oficial adorado por algunos mexicanos, los traficantes de drogas en particular, lo que le da una especie de estremecimiento a los bebedores.

Otro caso de marca notoria es la Mano Púrpura y Salamandra, dos cervezas miel producida por el Sr. Rodríguez Wyler, cuya comercialización apunta a la comunidad gay. Esto refleja una tolerancia más amplia en México, donde muchas de las grandes ciudades se han vuelto más liberales.

"Cada uno tiene su nicho", el dice de las nuevas micro cervecerías. "No es que nos ayudemos unos a otros, sino que no nos pisamos los dedos unos a otros , tampoco."

Sin embargo, el Sr. Rodríguez Wyler, dice que las micro cervecerías enfrentan un futuro incierto. El crédito en el sistema bancario de México es demasiado escaso para permitir una rápida expansión. Al mismo tiempo, y quizás más importante, puede ser más seguro quedarse pequeño. Los dos productores principales podrían aplastar a las micro cervecerías en un instante si quisieran - por ejemplo, presionando a los proveedores de materias primas y botellas para que no les vendan a ellos. "Los grandes nos toleran porque ahora somos pequeños", dice. "Pero si llegamos a ser mucho más grandes, ¿quién sabe?"

Adam Thompson - Financial Times
15 Setiembre 2011
















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