22 de octubre de 2011

La genética de la felicidad - Transportador de placer

La felicidad está en su ADN, y las distintas razas pueden tener inclinaciones diferentes para ella
Nacido sonriendo?
La idea de que la personalidad humana es una pizarra en blanco, para ser escrita sólo por la experiencia, prevalecio la mayor parte de la segunda mitad del siglo 20.Durante las últimas dos décadas, sin embargo, esa idea ha sido socavada. Los estudios que comparan a los gemelos identicos con los no idénticos han ayudado a establecer la heredabilidad de los muchos aspectos del comportamiento y el examen de ADN ha puesto al descubierto algunos de los genes responsables. Los trabajos recientes en ambos frentes sugiere que la felicidad es altamente heredable.Como cualquier ser humano sabe, muchos factores la posibilidad de que la gente sea feliz o infeliz. Las circunstancias externas son importantes: las personas empleadas son más felices que las desempleadas y las personas en mejor situación que las personas pobres. La edad tiene un papel, también: los jóvenes y los ancianos son más felices que los de mediana edad. Pero la personalidad es el determinante más importante: los extrovertidos son más felices que los introvertidos, y la gente confíada es más feliz que la ansiosa.

Esa personalidad, junto con la inteligencia, al menos en parte heredable es cada vez más evidente, de modo que, presumiblemente, la tendencia a ser feliz o desdichado es, en cierta medida, difundida a través de su ADN. Para tratar de establecer en qué extension es, un grupo de científicos del University College de Londres, Harvard Medical School, la Universidad de California, San Diego y la Universidad de Zurich examinó más de 1.000 pares de gemelos de un estudio enorme sobre la salud de los adolescentes estadounidenses. En "Los genes, la Economía y la felicidad", un documento de trabajo del Instituto de Investigación Empírica en Economía de la Universidad de Zurich, ellos concluyen en que aproximadamente un tercio de la variación en la felicidad de las personas es heredable. Eso esta en consonancia con, aunque un poco inferior, las estimaciones anteriores sobre el tema.

Pero, aunque los estudios de gemelos son útiles para establecer el grado en que una característica es heredable, ellos no señalan cuales genes estan involucrados. Uno de los investigadores, Jan-Emmanuel De Neve, del University College de Londres y la London School of Economics, ha tratado de hacer precisamente eso, al escoger a un popular sospechoso-el gen que codifica la proteína transportadora de serotonina, una molécula que administra un mensajero del cerebro llamada serotonina a través de las membranas celulares - y examinando cómo las variantes de ese gen afecta los niveles de felicidad.

La serotonina está implicada en la regulación del humor. Los transportadores de la serotonina son cruciales para este trabajo. El gen transportador de la serotonina se presenta en dos variantes funcionales - largo y corto. El largo produce más moléculas de proteína transportadora que el corto. La gente tiene dos versiones (conocidas como alelos) de cada gen, uno de cada padre. Por lo que algunos tienen dos alelos cortos, algunos tienen dos largos, y el resto tienen uno de cada uno.

A los adolescentes en el estudio del Dr. De Neve, se les pidió que se califiquen a si mismos, desde muy satisfechos o muy satisfechos. El Dr. De Neve halló que aquellos con un alelo largo eran un 8% más propensos que aquellos con ninguno a describirse como muy satisfechos, las personas con dos alelos largos fueron un 17% más propensos.

Lo cual es interesante. Donde la historia podría llegar a ser controversial es cuando el origen étnico de los voluntarios se toma en cuenta. Todos eran estadounidenses, pero se les pidió que se clasifiquen por raza. En promedio, los estadounidenses de origen asiático en la muestra tenian 0,69 genes largos, los estadounidenses negros tenían 1.47 y los estadounidenses blancos tenían 1.12.

Ese resultado se siente cómodo con otros estudios que muestran que, en promedio, los países asiáticos reportan menores niveles de felicidad que su PIB per cápita podría sugerir. Los países africanos, sin embargo, están por todos lados, siempre felices. Pero eso no es de extrañar, tampoco. África es el continente más diversidad genética, porque es allí donde la humanidad evolucionó (asiáticos, europeos, australianos y amerindios son descendientes de unos pocos aventureros que salieron de África hace unos 60.000 años). Los americanos negros, en su mayoría descendientes de los esclavos llevados de unos pocos lugares de África Occidental, no pueden ser representativos de todo el continente.

Que algunas poblaciones tienen más de la versión larga del gen transportador de la serotonina se ha visto antes, aunque la asociación ya ha sido hecho a nivel nacional, en lugar de un nivel racial. En un artículo publicado en el Proceedings of the Royal Society , publicado en 2009, Joan Chiao y Katherine Blizinsky de la Universidad Northwestern, en Illinois, encontraron una correlación positiva entre los niveles más altos de la versión corta del gen y los trastornos del humor (China y Japón tienen mucho de los dos) y con sistemas políticos colectivistas. Su hipótesis es que las culturas propensos a la ansiedad tienden hacia sistemas que hacen hincapié en la armonía social y lejos de aquellos que enfatizan la independencia de los individuos entre unos y otros.

Este último estudio puede estar unos pasos demasiado lejos en el camino hacia el determinismo genético para algunas personas. Sin embargo, existe un creciente interés en el estudio de la felicidad, no sólo entre los genetistas, sino también entre los economistas y los políticos descontentos con las actuales formas de medir los logros de la humanidad. El trabajo futuro en este campo será leído con avidez en esos círculos.

The Economist
15 Octubre 2011

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