Germán González, Diciembre 2009 El anuncio reciente del Banco Mundial y de otras entidades internacionales acerca del surgimiento de señales de recuperación económica, abre un nuevo escenario de optimismo para los mercados y para la industria convertidora latinoamericana, y ofrece una oportunidad para analizar las estrategias adoptadas por las empresas para sortear sus negativas consecuencias. “El crecimiento no dependerá solamente de sólidas políticas domésticas, sino también de la fortaleza de la recuperación global y de la sostenibilidad del crecimiento mundial en el mediano plazo”. “La desaceleración económica impactará la demanda de materiales de empaques en el corto/mediano plazo, antes de regresar a los niveles señalados por los pronósticos de tendencias alrededor de 2011”. “La innovación, más que una estrategia de supervivencia ante las dificultades, debería constituirse en una práctica integrada a las operaciones productivas y comerciales de las empresas convertidoras de la región”. “La solidez conseguida durante los años previos al período de contracción de la demanda debería servir también para iniciar el camino de la recuperación y conseguir de nuevos los saludables resultados del quinquenio pasado”. “La peor crisis económica mundial ha terminado y América Latina debería registrar el año próximo una expansión de cerca de 3 por ciento”, anunció en días pasados Augusto de la Torre, economista principal para América Latina y el Caribe del Banco Mundial, durante la influyente Conferencia de las Américas realizada en Miami. La noticia no podría ser mejor ni más esperada; especialmente si se complementa con la confirmación expresada por el organismo de que “América Latina no ha sufrido ningún daño sistémico y está en mejor posición para beneficiarse de una recuperación rápida”. El fin de la crisis es también un momento propicio para evaluar sus impactos, y el panorama, en términos sociales, no deja de ser preocupante. De acuerdo con estimaciones de la institución, la contracción de la demanda en 2009 estará entre 2 y 2,5 por ciento y superará las predicciones hechas en abril que calculaban esta caída entre 0,5 y 1,5 por ciento. Adicionalmente, en un análisis en el que coincide también la Comisión Económica para América Latina (Cepal), “la región vivirá la primera recesión en siete años, aumentarán la pobreza y el desempleo, habrá menos financiamiento externo y disminuirá el monto de las remesas que envían los trabajadores inmigrantes, una vital fuente de financiamiento para muchos países”. En otras palabras, aunque transitoria y con efectos que distan de considerarse devastadores, la crisis económica ha sido para todos un campanazo de alerta frente a futuras actuaciones y decisiones. En efecto, el informe señala además que “el crecimiento no dependerá solamente de sólidas políticas domésticas, sino también de la fortaleza de la recuperación global y de la sostenibilidad del crecimiento mundial en el mediano plazo”, una advertencia que atañe por igual a los gobiernos y a los sectores productivos de la región. Ahora bien, predecir el comportamiento que seguirán los mercados en su proceso de recuperación puede resultar una tarea tan incierta como lo fue estimar los efectos de la crisis misma. No obstante, un pronóstico del Fondo Monetario Internacional citado por PIRA en su análisis de septiembre de 2009 de las tendencias mundiales de la industria del empaque, ofrece una mirada realista sobre la situación: “la economía global sólo regresará a sus niveles con tendencias de crecimiento en 2011, luego de una caída en 2009 y un crecimiento cercano a cero en 2010”. Medidas consistentes Frente a este nuevo contexto, podríamos intentar primero un balance del desempeño de la industria convertidora en este año de crisis, valiéndonos de las percepciones que recogimos enConversión a partir de las respuestas a las encuestas realizadas. Aunque en los informes que desarrollamos a lo largo del año, de los distintos sectores, el ambiente no estaba marcado por un concluyente pesimismo, sí fue generalizada la apreciación de que los índices de crecimiento, tanto de la industria como de las economías nacionales, no serían tan positivos como los registrados durante los años inmediatamente anteriores; Sin embargo, se pronosticaba que las empresas crecerían en alguna medida. Esta confianza en tiempos de crisis, debida en gran medida a la consolidación que este período permitió hacer de sus infraestructuras tecnológicas y de sus mercados, estuvo respaldada por una serie de medidas coincidentes para mitigar el impacto de la crisis, definidas por los tres sectores analizados durante 2009. En ese sentido, tratar de ofrecer una perspectiva de la industria latinoamericana de conversión y, aún más, intentar un pronóstico para el futuro próximo, debe pasar ineludiblemente por dar una mirada a las respuestas que dieron los empresarios a las dificultades surgidas desde el inicio de la crisis, desencadenada el año pasado con el colapso de Lehman Brothers.
Como puede apreciarse en el Cuadro 1, a pesar de algunas diferencias en cuanto a las medidas de diversificación del portafolio de productos, y a la reducción de los costos de producción que se advierten para el sector de etiquetas, debidas sin duda a particularidades como especialización de las empresas y la estructura de costos de la producción de etiquetas, es notoria la coincidencia de los convertidores de los tres sectores en cuanto a los planes para enfrentar los tiempos de crisis. Si se observa en detalle esta coincidencia sugiere, además, que las medidas consideradas cruciales para operar en tiempos de crisis se enmarcan todas bajo una visión de innovación y apertura. Esta visión incluye: Ampliación de las bases de clientes con nuevos productos que permitan atender mercados inexplorados, producidos a menores costos y vendidos a través de nuevas estrategias de mercado y comercialización. De aquí, entonces, podría desprenderse un primer elemento del balance que nos proponemos: La innovación, más que una estrategia de supervivencia ante las dificultades, debería constituirse en una práctica integrada a las operaciones productivas y comerciales de las empresas convertidoras de la región. ¿De regreso al crecimiento? Superada la crisis, y ante un nuevo escenario de recuperación económica, las perspectivas para la industria convertidora latinoamericana deberían enfocarse dentro de un panorama de optimismo. Sin embargo, la misma apreciación hecha por PIRA para la recuperación de la economía se extiende al sector mundial de empaques. Sus investigaciones señalan que la desaceleración económica impactará la demanda de materiales de empaques en el corto/mediano plazo, antes de regresar a los niveles señalados por los pronósticos de tendencias alrededor de 2011. Podríamos pensar, no obstante, que si la solidez conseguida durante los años previos al período de contracción de la demanda vivido desde septiembre de 2008 y hasta 2009 sirvió para proteger a las empresas de los avatares de la crisis, las fortalezas sobre las cuales se basó esa solidez deberían servir también para iniciar el camino de la recuperación y conseguir de nuevo los saludables resultados del quinquenio pasado. Cuando en las encuestas de este año preguntábamos por las estrategias que los empresarios consideraban fundamentales para el crecimiento de sus operaciones, advertimos también una serie de propósitos consistentes para los tres sectores de la industria analizados que, aunque pospuestos por las restricciones impuestas por las condiciones económicas, pueden recobrar en el futuro inmediato plena validez.
Las estrategias expresadas en el Cuadro 2 para los sectores de etiquetas, empaques flexibles y cajas plegadizas han predominado durante varios años de análisis de la industria como los de mayor incidencia en los planes de desarrollo de la capacidad productiva y la comercialización de los productos de los tres sectores. Este año, y muy seguramente en los próximos, este enfoque hacia la inversión en tecnología y la incursión en nuevos nichos de mercado seguirá marcando los programas de expansión de las empresas, de la mano del mejoramiento de los productos ofrecidos y respaldados por la decisión de hacer énfasis en la capacitación del recurso humano y de realizar mayores inversiones en investigación y desarrollo. Reunión de fortalezas Quizás la manera de vislumbrar de la manera más objetiva posible el escenario próximo de los sectores productores de etiquetas, empaques flexibles y cajas plegadizas en América Latina sea valernos de la información sobre las fortalezas que han construido los empresarios para afrontar la crisis, las estrategias que han definido para su crecimiento, señaladas en los cuadros anteriores, y la percepción que tienen sobre las tecnologías y tendencias donde advierten mayores oportunidades de desarrollo. Todo esto podríamos enmarcarlo, de otra parte, en algunos pronósticos realizados para distintos productos y segmentos de la industria por prestigiosas entidades de análisis de mercados. Etiquetas: Crecimiento mundial anual de 5% hasta 2013 En el más reciente pronóstico del Grupo Freedonia sobre la industria global de etiquetas se señalaba un crecimiento anual de 5 por ciento hasta el año 2013, y un contundente aumento de las etiquetas autoadhesivas que las llevaría a representar cerca de 60 por ciento de la demanda mundial en 2013. Con una tendencia igualmente creciente se destacaban en el pronóstico las etiquetas de manga contraíbles, las de envoltura, las in-mold y las plásticas. De otra parte, para etiquetas como las engomadas, el estudio preveía incrementos menores, con significativas caídas en los mercados de alimentos y bebidas. Aunque con una baja participación dentro del total mundial de demanda de etiquetas, el estudio sugería para América Latina proyecciones “particularmente favorables”. Coincidiendo con las tendencias que señalan a la impresión digital como un proceso de gran peso en la producción de etiquetas, un alto porcentaje (48%) de los convertidores latinoamericanos consideran a esta tecnología como la principal en términos de oportunidades. Así mismo, el reemplazo de las etiquetas de papel por aplicaciones de película plástica y su intención de incursionar en la producción de etiquetas de manga contraíble se ajustan a las tendencias mundiales, al igual que la intención de utilizar equipos más versátiles para tirajes más cortos. En otro orden de ideas, la atención al uso de materiales que respalden el cuidado del medio ambiente se inserta en la tendencia mundial a atender mercados cada vez más sensibles a los temas de la ecología y el cuidado del planeta. Empaques flexibles: Con claridad sobre las oportunidades de crecimiento La demanda global de empaques flexibles tendrá un crecimiento anual de 5 por ciento hasta el año 2013, según los estudios del Grupo Freedonia sobre este sector, impulsado principalmente por las ventajas que tienen en términos de costo, desempeño y reducción de las fuente de materias primas frente al uso de los empaques rígidos. Este aumento irá de la mano del incremento en las exportaciones de alimentos y bebidas, de sus propiedades de valor agregado, de los desarrollos en resinas de alta barrera y de una mejor percepción sobre su imagen como un producto sostenible. A esto último se asocia además el menor peso y la mayor facilidad de almacenaje, y el bajo consumo de energía requerida en su elaboración. Los convertidores latinoamericanos se ajustan perfectamente a estas tendencias, como lo constata la respuesta de un alto número de empresarios sobre su percepción de las cinco primeras áreas de oportunidad de crecimiento en el futuro inmediato; éstas son: Producción de empaques con alta barrera, fabricación de mangas termo-encogibles, mayor uso de polímeros biodegradables y reemplazo de envases de vidrio y rígidos por empaques flexibles. Cajas plegadizas: Modernización tecnológica es la clave En un análisis generalizado de la industria mundial de empaques plegadizos, la Asociación Técnica de la Pulpa y de la Industria de Papel (TAPPI por la sigla en inglés), estima que los convertidores consumen 20 millones de toneladas de cartón al año, por un valor de 15 mil millones de dólares, que se convierten en empaques que representan 30 mil millones de dólares anuales. Hasta 2012 la asociación calcula un crecimiento anual de 5 por ciento, que se traducirá en 24 millones de toneladas consumidas en la producción de empaques, por valor de 40 mil millones de dólares. Sujetos a las mismas exigencias de calidad, disponibilidad y presiones medioambientales de los demás productos del sector de empaques, los convertidores de cajas plegadizas ven en la impresión digital, la producción de tirajes cortos, la integración de elementos decorativos y de seguridad y el uso de materiales ambientalmente inocuos, las estrategias para ajustarse a las tendencias de los mercados de empaques. Los esfuerzos continuos realizados desde hace varios años por la actualización y modernización tecnológica de su maquinaria y sus procesos, son sin duda una de las principales fortalezas de este sector para su crecimiento y desarrollo. Conclusión Ante el anuncio del fin de la crisis económica global vivida desde finales de 2008, la industria latinoamericana de conversión inicia un proceso de recuperación de sus índices de rentabilidad. Respaldados por años previos de crecimiento sostenido, en los que consolidaron sus estructuras productivas, los convertidores de la región pueden acudir ahora a las medidas que establecieron para afrontar los tiempos de dificultades, a las estrategias desarrolladas en las áreas tecnológica, de mercadeo y desarrollo de productos, y a su inserción en las tendencias de los mercados, para retomar la senda de crecimiento que ha caracterizado a sus empresas. |
16 de diciembre de 2009
La industria latinoamericana de la conversión después de la crisis: Balances y perspectivas
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