13 de enero de 2010

Cuando la innovación es el envase


Al evaluar un producto, más allá de su imagen, un consumidor siempre busca respuesta a cuestionamientos sobre: ¿cómo se usa?, ¿cómo se consume?, ¿qué contiene?, ¿cómo está hecho?

Jesús Robles Ochoa


Justamente hacia estas direcciones se dirigen los desarrollos que se hacen en materia de diseño de envase y empaque. Todos ellos atendiendo tres demandas principales:
1. Conveniencia-practicidad
2. Salud-bienestar
3. Eco friendly-reciclabilidad
A continuación haremos mención de varios casos en donde el empaque presenta innovaciones, tanto en factores como practicidad y nuevas composiciones de sus materiales, como en las tecnologías que hoy lo vuelven inteligente:
I) Envases rígidos retortables. Actualmente ya ofrecen máximas garantías a propiedades como la larga conservación del producto y la barrera a la humedad y al oxígeno necesarias para preservar la estabilidad y el sabor de alimentos hasta 18 meses después del envasado; además de la protección contra el paso de la luz y los rayos UV que se obtiene gracias a la opacidad del material base. Las paredes con estrías dan resistencia durante el proceso de esterilización debido a su poca altura y gracias a la calidad y características del plástico. Además son 100% reciclables
II) Brick en el proceso productivo del queso. Es otra innovación de una compañía árabe que ha incorporado máquinas de envasado de este tipo. La principal novedad de este proceso es que el queso es introducido en un envase de cartón y el producto se coagula en su interior, después de que todos los ingredientes han sido añadidos
III) Esterilización de alimentos dentro de un envase de cartón. Esto es posible mediante un sistema de tratamiento y envasado en cartón, que gracias a un material especial y una nueva técnica para la formación y sellado es posible tratarlo en autoclaves para la esterilización de toda clase de sólidos, desde vegetales, frutas, sopas, salsas, hasta alimentos y comidas preparadas
IV) Tapas Pelables para envases metálicos. Otra empresa ha lanzado una nueva generación de este tipo de tapas, las cuales cuentan con un nuevo cierre para uso en procesos continuos. El cierre consiste en una membrana de aluminio sellada mediante calor sobre un anillo de metal que puede resistir diferencias de presión. Para soportar esta diferencia durante la esterilización, la membrana puede flexionarse. Es fácil de abrir y tiene las mismas propiedades que una tapa metálica tradicional
V) Grabado en Relieve sobre latas. Es una nueva técnica que aporta al producto un aspecto completamente diferente, creando un gran impacto en el estante y un estímulo visual que motiva directamente a los consumidores
VI) Conveniencia. Marca la innovación en el envasado de alimentos y bebidas. Las tendencias que encabezarán las preferencias del consumidor en alimentos y bebidas envasados para este año son: productos probióticos y/o funcionales, nuevos sabores y bandejas fabricadas con material reciclado
Innovaciones en materia ecológica
Una de las principales tendencias en la evolución de la industria del empaque tiene que ver con el desarrollo de materiales biodegradables, debido —además de los factores de protección ambiental— al incremento y variabilidad de los costos del petróleo y a la reducción de las reservas de este recurso.
Científicos e industriales se han dado a la tarea de desarrollar materiales de empaque que sustituyan a las películas plásticas, mediante el uso de biopolímeros procedentes de recursos renovables. Los materiales pueden ser polisacáridos como el almidón y quitosano, así como de celulosa o sus derivados, o bien, elaborados con proteínas como la caseína, proteínas de suero de leche, colágeno, gluten y zeína.
La mayoría de la materia prima que compone la basura puede reciclarse, y uno de los desafíos más importantes de las sociedades actuales es la eliminación de los residuos que produce. Es posible salvar grandes cantidades de recursos naturales no renovables cuando se utilizan materiales reciclados. Asimismo, mediante el reciclaje, la búsqueda de la sustentabilidad y certificación el consumidor valora la responsabilidad social mostrada en muchas empresas a través de los empaques de sus productos.
Por ello, el diseño debe entenderse desde un punto de vista integral, es decir, no sólo estético, sino económico, funcional, ambiental y asociado a la cadena logística.
La Sustainable Packaging Coalition lanzó una herramienta on line, que permite evaluar el impacto medioambiental de los productos. Puede medir el consumo de recursos, la emisión de gases de efecto invernadero, la utilización de materiales nuevos o reciclados y la generación de residuos sólidos relacionada con el proceso de producción de cada envase o embalaje.
En la Unión Europea existen ya una serie de etiquetas que agregan valor a los productos en términos del cuidado al ambiente, algunas son: la ecológica europea, de agricultura, de pesca sustentable, de compostabilidad. De hecho, algunas de ellas son obligatorias mostrando así una tendencia en productos de valor.
Por lo que podemos observar, el futuro de la investigación en plásticos está orientado a la búsqueda de materiales que no contaminen, a la utilización de componentes renovables y amigables con el ambiente, además de ser reciclables, biodegradables y compostables.
En la investigación en torno a materiales amigables con la naturaleza nos encontramos con novedades como: botellas eco-amigables CrushPak; el reemplazo de la etiqueta BOPP por una etiqueta thermostone (TM); PLA (Poliácido Láctico) que es un plástico obtenido 100% de la dextrosa del maíz, un azúcar vegetal, sencillo que no contamina, ya que es biodegradable bajo condiciones de composta; el plantic, que es una resina creada a partir de almidón; mangas contraíbles compostables y biodegradables fabricadas a partir de PLA; productos basados en almidón de maíz, papa y PLA; biopolímeros hechos de celulosa, derivados de recursos naturales sostenibles tales como árboles y algodón; Botellas de PET 100% biodegradables; así como ECO cups y papeles biodegradables para etiquetas.
Sobre los envases inteligentes y activos
El envase inteligente implica siempre el sistema completo alimento/envase/entorno, de forma que analiza el sistema, procesa la información y la presenta, sin ejercer generalmente ninguna acción. Por el contrario, el envase activo realiza la acción. Ambas funciones pueden ser complementarias y no excluyentes. Hay dos formas básicas de envases inteligentes: sistemas portadores de datos-etiquetas de códigos de barras o placas de identificación por radiofrecuencia que se usan para almacenar o transmitir datos. Así como indicadores de incidencias en el envasado como tiempo/temperatura, de gases o biosensores que permiten el control del medio y del producto.
En este sentido, los productos congelados van a seguir contribuyendo a aumentar la tendencia a realizar cómodamente las compras y aprovechar los tiempos de preparación cortos. Sin embargo, hoy se da un paso más para que se prepare en el microondas directamente del envase.
Existe un nuevo empaque para microondas. Se trata de un pack al vacío tipo skin que dispone de un sistema de autoaireación que se encarga de liberar el vapor sin necesidad de ser perforado. Este concepto combina las ventajas de la cocción a fuego lento al vacío con la comodidad que ofrece el microondas. Durante el proceso de calentamiento la lámina comienza a crear una burbuja de aire liberando la presión en los alimentos.
Algunas Universidades en Estados Unidos ya desarrollaron códigos de barras para envases inteligentes de productos refrigerados, que alertan al consumidor cuando los productos se encuentran en malas condiciones. Estos códigos de barras incorporan una tinta que cuando el producto está en buenas condiciones para el consumo no es visible. Cuando existen indicios de contaminación, se hace visible tomando color rojo, y así, el código de barras no puede transmitir datos cuando se escanea.
También existen etiquetas indicadoras de tiempo y temperatura que se adhieren y proveen una lectura exacta ambiental del producto durante el proceso completo de despacho, así como etiquetas indicadoras de frescura y conceptos innovadores y divertidos que permiten a los consumidores —por ejemplo—  bombear y espumar el contenido de un vaso con café con el pulgar.
De igual manera, el envase de vidrio está siempre al lado de los nuevos hábitos, adelantándose a las nuevas tendencias, porque este material, en sí mismo, marca estilo. Es un producto que en definitiva evoluciona con la sociedad y se adapta exitosamente a las necesidades de todos los sectores en los que participa.
Podemos concluir que la tendencia mundial se orienta hacia el menor uso de materiales que no aporten suficiente valor al producto y aunque la tendencia en Latinoamérica aún no es tan arraigada como en Estados Unidos o los países europeos, la preocupación se hace más visible entre los consumidores, quienes piden envases con menos peso, en menor cantidad y con materiales biodegradables.


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