17 de enero de 2012

Leasing de productos químicos: menos contaminación, más beneficios


Protección ambiental con menos productos químicos.
Protección ambiental con menos
productos químicos.
Ganar más con menos productos químicos y proteger el medio ambiente: el leasing de productos químicos es innovador y promisorio. La organización de la ONU para la industria (ONUDI) ayuda a implementarlo.
 

¿Qué significa “leasing de productos químicos”? ¿Son productos químicos prestados? No. La denominación puede confundir un poco, admite Petra Schwager, del departamento de Gestión Ambiental de la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (ONUDI). El leasing de productos químicos es un modelo de negocios innovador que protege el medio ambiente, agrega. Y da un ejemplo: una empresa fabrica partes de metal y compra un producto químico para limpiarlas. Antes, el abastecedor, cuanto más vendía del producto de limpieza, más ganaba. Ahora es al revés: no se le paga por el producto químico, sino por el número de partes de metal limpiadas. En consecuencia, el abastecedor intenta emplear lo menos posible del producto, es decir, que reduce el consumo y aumenta sus ganancias. El modelo también beneficia a la empresa compradora, ya que en total paga menos por parte limpiada.
Planta embotelladora de Knjaz Miloš.
Los primeros proyectos de leasing de productos químicos fueron implementados por la ONUDI en Egipto, Colombia, México, Sri Lanka, Rusia y Serbia. En Serbia, por ejemplo, se envasan aguas minerales y refrescos contaminando menos el ambiente. La empresa de refrescos Knjaz Miloš emplea para ello un innovador lubricante seco en la cinta transportadora.

Pisos secos, menos accidentes
Bojan Slavkovic: "menos compuestos químicos,
más seguridad laboral".
La embotelladora Knjaz Miloš se halla en la ciudad de Aranđelovac, una hora en auto al sur de Belgrado. “Comenzamos a utilizar el nuevo lubricante para cintas transportadoras en 2009 en una línea de embotellamiento de envases de politereftalato de etileno (PET)”, dice Bojan Slavković, ingeniero mecánico de la empresa. “El lubricante que utilizábamos antes debía ser disuelto en agua y rociado permanentemente sobre la cinta transportadora”, explica. El nuevo lubricante, de bajo impacto ambiental, es rociado cada 30 minutos y solo por unos 15 segundos. El lubricante convencional generaba espuma, que goteaba al piso y lo hacía resbaladizo. “El nuevo no forma espuma, por lo que se reduce el riesgo de resbalar y aumenta la protección laboral”, concluye Miloš. 

Servicios bien pagados
Al productor del nuevo lubricante, la empresa estadounidense Ecolab, la embotelladora de refrescos le paga por el tiempo que la cinta transportadora funciona sin problemas. El personal de Knjaz Miloš es instruido por Ecolab sobre la forma de utilizar lo menos posible del producto. Ello tiene sentido, ya que un uso ahorrativo del lubricante hace aumentar los beneficios de Ecolab. “Las ganancias son aproximadamente un 10 por ciento mayores”, dice Srdjan Jocić, gerente de Ecolab. Además, agrega, el leasing de productos químicos redobla la confianza mutua y asegura una cooperación a largo plazo. Antes, Ecolab era una de varias empresas que le vendían lubricantes a Knjaz Miloš. “Ahora somos abastecedores exclusivos”, subraya Jocić, no sin un dejo de orgullo.
La antigua cinta transportadora, con lubricante convencional.
La cooperación reditúa beneficios también a Knjaz Miloš. Por un lado, de tipo muy práctico: con el nuevo lubricante se caen menos botellas en la cinta transportadora. Es decir, que la planta sufre menos interrupciones. Por otro lado, la embotelladora reduce sus gastos: en 2009 pagaba más de 10.000 euros en lubricantes y agua por 5.000 horas de funcionamiento de una línea de embotellamiento, ahora son solo 6.750 euros. “Es decir, que ahorramos más de 3.000 euros por año”, resalta Slavković. El nuevo sistema de inyectores y tuberías costó unos 10.000 euros, es decir, que se amortiza en unos tres años. 

Menos productos químicos y menos gastos
 Otro ejemplo de leasing de productos químicos es un proyecto de la empresa estadounidense Nalco en Colombia, que purifica aguas residuales para Ecopetrol y extrae de ellas restos de petróleo. Desde 2008, Ecopetrol paga por el volumen de aguas purificadas y no por los productos químicos empleados para ello. El medio ambiente se beneficia: Nalco logra purificar las aguas empleando menos productos químicos que antes. El volumen de residuos se redujo considerablemente y los gastos en purificación de aguas bajaron en casi tres millones de dólares en el periodo 2008-2009.

Es necesario volver a reflexionar
Petra Schwager: aún debe convencer a mucha gente.
A pesar de todas las ventajas, el leasing de productos químicos no funciona solo. Schwager, de la ONUDI, explica por qué: “Intente convencer a un productor de compuestos químicos o a un director de ventas que su beneficio ya no depende del volumen de productos vendidos, sino del servicio que presta.”

Autor: Ralph Heinrich Ahrens/PK
Editora:Emilia Rojas Sasse
Deutsche Welle
17 Enero 2012

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