California vota en noviembre una ley que puede ser definitiva
Uno de los puestos del World Cannabis Congress en Los Ángeles esta semana. FOTO: AFP / Video: Eva Catalán |
“La industria del cannabis en Estados Unidos está explotando”, decía Humiston este jueves en la edición de la feria que empezaba ese día en Los Ángeles. “Se ha abierto la puerta a muchos emprendedores para que tomen posiciones en distintos aspectos de la industria. Este es el momento de meterse, es una vez en la vida. Hay una industria que está emergiendo y necesita gente, necesita negocios”.
La progresiva legalización del uso de la marihuana en Estados Unidos, primero para uso médico y después para uso libre como una droga legal más, está creando todo un ecosistema económico alrededor de esta planta, cuyo cultivo y manipulación siguen siendo perseguidos por el Gobierno federal. Actualmente, 26 Estados permiten el uso medicinal de la marihuana, algo que permite al consumidor comprarla con solo una receta del médico. Tres más tienen propuestas en este sentido a punto de ser votadas.
Además, cuatro Estados (Washington, Oregón, Alaska y Colorado) permiten el uso recreativo en un mercado regulado y que paga impuestos como cualquier otro producto. Este noviembre, junto con las elecciones presidenciales, se votan medidas parecidas en otros cinco Estados. Y el más codiciado de todos es California. Según todas las encuestas, el Estado más rico y más poblado del país se dispone a despenalizar completamente la marihuana el próximo 8 de noviembre en las urnas. California, coinciden los expertos, es el punto de no retorno. “California forzará al Gobierno federal a enfrentarse a este asunto”, vaticina Humiston. El Estado rechazó una medida similar en 2010, pero actualmente las encuestas revelan un abrumador apoyo a la legalización, hasta el punto de que los propios políticos están haciendo leyes para anticipar esa regulación.
El principal argumento para la legalización es sacar de las sombras una industria que ya es de por sí gigantesca e imposible de perseguir para las agencias de seguridad federales. Los beneficios fiscales serían de “cientos de millones al año”, según los proponentes de la ley californiana. Colorado recaudó el año pasado 135 millones en impuestos al cannabis, un 77% más que los 76 millones de 2014, el doble de lo recaudado del alcohol. Colorado tiene 5 millones de habitantes y California 38 millones. La consultora especializada ArcView estima las ventas legales el año pasado en todo el país en 5.700 millones de dólares. Nadie sabe cuánto crecería eso si se incorpora el mercado ilegal. La perspectiva de un efecto similar, a mucha mayor escala, ha generado una verdadera fiebre del oro verde.
Un puesto de fertilizantes hechos con marihuana en el Cannabis World Congress en Los Ángeles. Mark Ralston AFP |
Avis Bulbuyan se encontraba en la feria ofreciendo los servicios de SIVA, una consultora de negocios especializada en la industria de la marihuana. Explica que con una inversión de 200.000 a 300.000 dólares se puede montar un dispensario y, en general, obtener un retorno de la inversión del 40%. Reconoce que el hecho de que el producto en sí sea ilegal a nivel federal complica los negocios. Por ejemplo, es muy difícil encontrar servicios bancarios para un negocio de marihuana y la industria mueve grandes cantidades de efectivo. “Cuanto más se respeten las reglas, menos riesgo se corre por el lado federal”, dice Bulbuyan. Su hermano Kevin ya ha desarrollado una línea de productos medicinales de marihuana llamada Varavo, con exquisito empaquetado. Entre sus productos ofrece cápsulas de vaping con marihuana. Tener la misma imagen que los productos farmacéuticos es fundamental, en su opinión, para ganar respetabilidad y confianza entre los consumidores.
El uso libre de la marihuana ya no es una reivindicación solo de pacientes de dolencias como el cáncer. Es una necesidad para una industria ansiosa. La conferencia principal de la feria Cannabis World Congress estaba a cargo de Montel Williams, una personalidad de la televisión que padece esclerosis lateral amiotrófica (ELA), una cruel enfermedad degenerativa, y es una importante voz a favor de la legalización. Toma marihuana a diario, en distintas variantes. Y anunciaba también que va a montar su propia compañía de productos farmacéuticos. Para Williams, lo más importante de la legalización es que médicos y farmacéuticas puedan experimentar con la marihuana. Ahora mismo, cada paciente decide cuánto le viene bien y cómo lo toma. “Hemos desarrollado la ciencia los propios pacientes”, decía Williams a EL PAÍS.
Esos pacientes con vista para los negocios son hoy los expertos de referencia de esta industria a punto de explotar. Cheryl Shuman se promociona desde hace un par de años como la reina de la marihuana de Beverly Hills, hablando abiertamente de cómo tiene su propia plantación y es la suministradora de decenas de famosos. “Es el nuevo alcohol”, decía Shuman en una entrevista con este periódico durante un evento de networking con mujeres que quieren aprender a hacerse ricas en la industria. Shuman, que aspira a un programa de televisión, decía: “Quiero ser la Martha Stewart de la marihuana”.
“La industria ya está aquí. Lo que estamos esperando es la legalización de esa industria”, decía Dale Jones en una entrevista con este periódico en Oakland en 2014. Jones es la directora de la autodenominada Universidad de Oaksterdam, que es una reconocida escuela de negocios alrededor de la marihuana con sede en la ciudad vecina de San Francisco. Han tenido 25.000 estudiantes de 30 países distintos desde 2007. Para Jones, estamos en el mismo momento que al acabar la prohibición del alcohol. Los mejor situados en ese momento fueron los que hicieron más dinero. Los mejor situados ahora en la marihuana pueden ser los Jim Beam o los Jack Daniels de esta industria. Por el momento, estamos en la prohibición. “El primero que llegue puede hacer mucho dinero, pero también puede acabar en la cárcel”, advertía. Esa situación tiene muchas probabilidades de aclararse a partir del 8 de noviembre, y los primeros millonarios de esta fiebre podrán empezar a presumir de ello.
Fe de Errores
En una versión anterior se decía que los productos de Elixinol son de marihuana. En realidad son de cáñamo y no llevan el ingrediente THC
Pablo Ximénez de Sandoval
Los Ángeles
23 Setiembre 2016
Fuente: El País
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