22 de noviembre de 2016

Valores y la Cuarta Revolución Industrial: Conectando los Puntos entre Valor, Valores, Ganancia y Propósito

Resumen Ejecutivo
Hoy en día, la sociedad se enfrenta a la gigantesca tarea de crear 1.500 millones de nuevos medios de vida para el 2050, mientras que al mismo tiempo supera los límites ecológicos cruciales del planeta. Con el inicio de la Cuarta Revolución Industrial, el progreso humano puede sufrir a través de un revés catastrófico o experimentar una transformación positiva. ¿Qué hará la diferencia? Valores.

Los valores fundamentales de la dignidad humana, el bien común y el control han sido ampliamente respaldados a lo largo de los siglos. El cambio sistémico basado en estos valores busca satisfacer las necesidades básicas de las personas, con desigualdades muy reducidas y en entornos que permiten a los individuos prosperar y vivir en paz.

El liderazgo requerido y la comprensión de los cambios en curso en todos los sectores son bajas demandas en comparación con la necesidad de repensar los sistemas económicos, sociales y políticos para responder a la Cuarta Revolución Industrial. Se necesita claramente una dirección común orientada a los valores.

Los desarrollos tecnológicos y el cambio social tendrán un impacto en la manera en que las personas viven, trabajan y se relacionan entre sí. Las empresas que operan de manera sostenible y responsable están mejor situadas para tener éxito a largo plazo. Mas aun, el comercio y las inversiones mundiales deben crecer dentro de un marco que fomente las buenas prácticas tanto ahora como en los próximos años.

Cómo el mundo define la infraestructura está cambiando para incluir información, internet, nuevas formas de transporte autónomo, drones y nuevos modelos de vivienda. En el contexto de tal cambio, nuestros valores deben relacionarse con lo que se considerará infraestructura en el futuro lejano.

La clave del crecimiento económico radica en los talentos, los conocimientos técnicos, las destrezas y las capacidades de las personas - el capital humano de la sociedad. Invertir en este capital e innovar para la educación y el empleo es fundamental tanto para el interés público como para el privado. Si bien la mejora de los niveles de vida requiere crecimiento económico, las estadísticas a menudo muestran que este exacerba la diferencia entre ricos y pobres. La colaboración entre el sector público y el privado puede marcar una diferencia notable en la consecución de un crecimiento sólido y un amplio progreso.

Cerrar las disparidades de género y aprovechar los beneficios económicos y sociales más amplios de la paridad de género también requieren un esfuerzo concertado entre las empresas, los gobiernos y la sociedad civil. Muchas de las preocupaciones sobre la desigualdad están enraizadas en la falta de acceso al capital financiero y la falta de educación financiera.

El concepto de equidad debe servir de base para las discusiones sobre los sistemas financieros y monetarios. Los recursos como agua potable, metales de tierras raras y fuentes de alimentos deben ser compartidos, aunque también han sido monetizados y continúan siendo parte de la economía mundial. Un enfoque basado en los valores para la negociación global y la resolución de conflictos podría resultar vital para impulsar las oportunidades de crecimiento económico y seguridad inclusivos, en contraposición a la devastación personal, regional y, en última instancia, global. Y, como la gente enferma no puede alcanzar su verdadero potencial, las corporaciones (y los gobiernos) están moralmente obligados a contribuir a mejorar la salud.

World Economic Forum
14 Noviembre 2016

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