En el período previo a la Cumbre de Acción Climática de las Naciones Unidas
la próxima semana, damos una mirada a cómo las empresas deberían pensar sobre
el cambio climático y las acciones que deben tomar ahora. ¿Qué está
funcionando, qué no y dónde están las oportunidades de crecimiento, innovación
y resiliencia?
"Los líderes empresariales deben darse cuenta de que sus decisiones
durante la próxima década son absolutamente críticas para revertir el cambio
climático", dijo Dickon Pinner, el líder mundial de la Práctica de
Sostenibilidad de McKinsey, en el Aspen Ideas Festival este verano. Los
ejecutivos "necesitarán acceso a los mejores datos disponibles, técnicas
de pronóstico y análisis de riesgos para tomar decisiones informadas - unas que
comparen las metas de sostenibilidad con los objetivos comerciales". ¿El
problema? La información correcta no siempre llega a los correctos tomadores de decisiones.
Muchos ejecutivos están preocupados por el costo de los cambios
relacionados con el clima, dice Pinner. "Siempre señalo que las empresas
ya enfrentan enormes pérdidas financieras debido a los riesgos climáticos, y
estas pérdidas solo aumentarán a medida que aumente la frecuencia y la gravedad
de los fenómenos meteorológicos extremos".
Caso en cuestión: los servicios públicos en los Estados Unidos, donde el clima
extremo está exigiendo un precio - alto - y en aumento. Como empresas con
muchos activos que mantienen una infraestructura extensa y costosa, los
servicios públicos están haciendo movimientos para ser más resilientes. Las
medidas defensivas pueden incluir fortalecer la red existente y explorar
opciones tales como las baterías de respaldo y las microrredes. Las empresas de
servicios públicos también necesitan mantener actualizadas las revisiones de
riesgos y establecer nuevas alianzas para desarrollar estrategias de
resiliencia.
Aquí hay cinco áreas donde las empresas pueden impulsar la sostenibilidad
en la dirección correcta.
- Renovables. Las fuentes de energía eólica, solar y otras son cada vez más viables a medida que disminuye el uso del carbón. Los objetivos de energía limpia del estado de Nueva York proporcionan un estudio de caso relevante para otros mercados, incluyendo la Unión Europea, que tiene objetivos ambiciosos de descarbonización, una gran base de energía hidroeléctrica y una fuerte dependencia del gas natural. Otros estados a lo largo de la costa este de EUA han hecho fuertes compromisos con la energía eólica marina, haciendo hincapié en las oportunidades para la creación de empleo.
- Innovación en movilidad, especialmente para reducir o revertir el estancamiento y la contaminación en las ciudades. Aquí hay una idea genial para contemplar (mientras está sentado en el tráfico, tal vez): los vehículos autónomos (VAs) electrificados y compartidos, también llamados robo-taxis o transbordadores, podrían revolucionar la movilidad urbana, haciendo que el transporte sea más asequible, eficiente, amigable para el usuario y amigable con el medio ambiente. Nadie sabe cuándo esta tecnología será lo suficientemente madura para un uso generalizado, o cuándo o cómo podría comenzar la adopción en el mercado masivo. Pero muchas compañías ya están operando grandes flotas de prueba de VAs compartidos, y más planean lanzar flotas en algún momento antes de 2022.
- La economía circular. Los viejos modelos industriales de "tomar, hacer, desechar" están siendo cuestionados. En aumento están los modelos que crean valor y protegen el medio ambiente al mejorar la gestión de los recursos, eliminando el desperdicio a través de un mejor diseño y maximizando la circulación de productos, componentes y materiales en uso. En una nueva economía textil, por ejemplo, la ropa, las telas y las fibras se mantienen en juego - gracias a programas como el reciclaje y la entrega de prendas viejas, de modo que lo menos posible termine en desperdicio.
- Inversión sostenible. En este modelo, los accionistas encuentran valor no solo en el crecimiento corporativo sino también en el compromiso de una empresa con tres criterios: ambiental, social y gobernanza (ASG). Más inversionistas quieren saber si los ejecutivos dirigen sus negocios teniendo en cuenta estos factores. Sin embargo, según una encuesta reciente de McKinsey, los inversionistas dijeron que la falta de uniformidad en las divulgaciones de sostenibilidad de las empresas ha dificultado usarlos para tomar decisiones de inversión, señalándolo como un espacio para mejorar.
- Agricultura sostenible. La carne ha sido la principal fuente de proteínas en los mercados desarrollados durante años, y en los mercados en desarrollo, el apetito por las proteínas tradicionales ha crecido recientemente. Pero las preocupaciones sobre la salud, el bienestar animal y el medio ambiente están impulsando cambios en el comportamiento del consumidor y acelerando el aumento de proteínas alternativas, derivadas de la soya, los guisantes, las carnes cultivadas e incluso los insectos.
McKinsey Shortlist
20 Setiembre 2019
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