20 de octubre de 2018

La cambiante cara del embalaje plástico

Desde las primeros envolturas de celofán hasta los modernos tubos de yogurt y alimentos para bebés, los envases plásticos han recorrido un largo camino en sus más de 150 años. Matmatch investiga cómo el uso de los plásticos cambió la vida moderna y explora algunas de las tendencias innovadoras impuestas para cambiar la cara del embalaje plástico en el futuro.

Botellas plásticas
Hoy podemos afirmar sin ninguna duda que existe un plástico adecuado para casi cualquier aplicación. Los materiales plásticos son muy versátiles, relativamente fáciles de moldear y ofrecen una amplia y siempre creciente gama de formulaciones que cubren un amplio espectro de propiedades físicas.

Los plásticos tuvieron y continúan teniendo un gran impacto en nuestra vida cotidiana, especialmente cuando hablamos de aplicaciones de embalaje . Ellos elevaron el nivel de vida e hicieron bienes, que hoy en día damos por sentado, más fácilmente disponibles a costos más bajos.

En 2016, la producción mundial de plásticos alcanzó 335 millones de toneladas y alrededor del 40% se destinó a la industria del embalaje. Los polímeros más comunes que se utilizan en todo el mundo para el embalaje son el tereftalato de polietileno (PET), el polietileno de alta densidad y baja densidad (PEAD y PEBD), el cloruro de polivinilo (PVC), el polipropileno (PP) y el poliestireno (PS).

El embalaje plástico en la vida moderna
Los polímeros han traído importantes innovaciones en el almacenamiento de alimentos y bebidas . El embalaje plástico brinda seguridad e higiene, manteniendo los alimentos frescos, protegidos de bacterias y gérmenes, reduciendo así los desperdicios en el hogar. La comida en su refrigerador puede estar envuelta en una película adhesiva de PVC (descubierta accidentalmente en 1933), su yogurt probablemente se encuentre en recipientes de polipropileno, restos de la cena de ayer almacenada en Tupperware® (desarrollada en la década de 1940 presentando recipientes herméticos para alimentos con polietileno por primera vez) y leche en cartones Tetra Pak® (donde una película de polietileno actúa como una barrera hermética contra la humedad).

Las botellas de PET permiten el acceso higiénico al agua potable limpia y requieren menos recursos para producir que los materiales alternativos. Incluso el interior de las latas de aluminio suele estar protegido por una película de polímero de micrones de espesor (tales como epoxi, vinilico, acrílico, poliéster, estireno, polietileno o polipropileno).

Los plásticos en la industria farmacéutica
Los plásticos empleados para este propósito deben tener excelentes propiedades de barrera, ser adecuados para el contacto con alimentos y estar libres de sustancias químicas peligrosas para la salud humana como, por ejemplo, el bisfenol A (BPA). Esta sustancia se emplea como aditivo durante el proceso de fabricación y puede migrar a nuestros alimentos, agua y, finalmente, a nuestros cuerpos causando alteraciones en el sistema endocrino. Los requisitos de desempeño adicionales incluyen la idoneidad para seguridad del microondas, lavavajillas y congelador.

Lo mismo es cierto para el cuidado personal y los productos cosméticos donde los plásticos son importantes para la vida útil y el atractivo. Los polímeros utilizados para el embalaje deben cumplir con las regulaciones internacionales, con una absorción de humedad insignificante, resistentes a los solventes, permitir una estética superior y ofrecer un excelente desempeño físico al usuario final.

En la dosificación de fármacos , los recubrimientos de película de polímero se aplican con frecuencia. La motivación para eso va desde consideraciones cosméticas (color, brillo), mejora de la estabilidad (protección contra la luz, humedad y barrera a los gases) y la facilidad para tragar. Además, se pueden usar recubrimientos poliméricos funcionales para modificar el comportamiento de liberación del fármaco desde la forma de dosificación. Dependiendo de los polímeros utilizados, es posible retrasar o mantener la liberación del medicamento durante largos períodos de tiempo.

Además de las ventajas mencionadas anteriormente, los plásticos también contribuyen a ahorrar recursos y reducir las emisiones. Como son livianos y fuertes, se necesitan menos vehículos y menos combustible durante el transporte.

Bioeconomía aplicada al embalaje plástico
Junto con los beneficios, también hay desventajas. Debido a que muchos plásticos son tan duraderos y no se corroen (muchos persistirán durante cientos de años), crean considerables problemas de eliminación. No obstante, se ha avanzado y ahora muchos plásticos pueden ser reciclados química, mecánica o térmicamente o, eventualmente, usarse para la generación de energía. Al mismo tiempo, los productores de materiales están desarrollando bioplásticos , que están hechos de cultivos vegetales en lugar de combustibles fósiles, para crear sustancias más inocuas para el medio ambiente que los plásticos convencionales.

Los bioplásticos típicos y ampliamente utilizados incluyen ácido poliláctico (PLA) y polihidroxibutiratos (PHB). Otros están trabajando para hacer plásticos biodegradables.

La 12ª Conferencia Europea de Bioplásticos que tuvo lugar en Berlín a fines de noviembre de 2017 fue una oportunidad para explorar la dirección del crecimiento y la innovación de un segmento que desempeñará un papel cada vez más destacado en el embalaje.

Embalaje plástico
PepsiCo anunció sus planes de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 20% entre 2015 y 2030 y de trabajar para obtener envases 100% reciclables, compostables o biodegradables para 2025. La adopción de bioplásticos es, por lo tanto, un componente clave reconocido de su estrategia de embalaje sostenible a largo plazo.

Mientras tanto, Danone y Nestlé Waters presentaron NaturALL Bottle Alliance , una iniciativa sin precedentes en la que las compañías de agua embotellada más grandes del mundo están trabajando juntas para crear la próxima generación de botellas de bioPET. El proyecto espera lograr una producción de resina PET a escala industrial con un 75% de materias primas biológicas para 2020, llegando a un 95% para 2022. La iniciativa planea utilizar biomasa lignocelulósica de segunda generación, tales como el cartón usado y el aserrín.

Las principales marcas y fabricantes están investigando continuamente nuevos caminos para lograr un embalaje sostenible y la promoción de una economía circular de plásticos, ya que los plásticos no son perfectos, pero son una parte importante y necesaria de nuestro futuro.

Simona Maccarrone
Matmatch
07 Marzo 2018

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