BALFAGÓN |
Sus aplicaciones son tan extensas que ocuparían un monográfico, pero las que harán que esta técnica llegue a las primeras páginas en los próximos años son las referentes a la edición del genoma humano. Esto ocurrirá en tres fases.
La edición genómica podrá erradicar una enfermedad en su 'línea germinal' (en las células precursoras de sus óvulos y espermatozoides)En primer lugar, será posible usar la técnica para corregir genes erróneos en personas con enfermedades hereditarias. Esto ya se ha intentado con otras técnicas mucho menos eficaces, pero CRISPR está llamada a convertir esta terapia génica en una metodología de utilidad clínica, como ya se ha demostrado en animales modelo.
La segunda fase será mucho más polémica, porque no implica poner parches en una persona enferma, sino erradicar la enfermedad genética en cuestión en su línea germinal, es decir, en las células precursoras de sus óvulos o espermatozoides, de modo que esa persona y toda su descendencia nazca libre de la enfermedad.
Y la tercera será más polémica aún: utilizar CRISPR no ya para curar enfermedades, sino para mejorar cualidades humanas como la inteligencia u otros rasgos psicológicos. Un largo camino que ya ha pasado a la estantería de no ficción.
Javier Sampedro
El País
04 Noviembre 2016
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